El poeta mexicano Octavio Paz inmortalizó en un verso, la inauguración de una historia de amor: “Un mundo nace cuando dos se besan”.
Desde tiempos remotos un beso ha sido un símbolo de amor entre una pareja, intimidad, pasión y complicidad; los hemos visto en las películas, los encontramos en los libros de poesía, en la historia y en nuestros recuerdos.
Pero los tiempos han cambiado. Para explorar la nueva mentalidad de los adolescentes, investigadores del Instituto de Ciencias Sociales y Disciplinas Proyectuales (INSOD) de la Fundación UADE, profundizaron en las creencias, prácticas y concepciones sobre “el beso” para revelar cuál es el valor y uso para los argentinos de entre 18 y 34 años.
De inmediato los 639 participantes manifestaron que existe una enorme diferencia entre el valor del beso antes y ahora: tanto hombres como mujeres creen que no tiene el mismo significado que le daban sus padres un par de años atrás.
El 85% del total encuestado en Buenos Aires, aseguró que un beso no es sinónimo del inicio de una relación. Lo que vendría a destrozar la frase de Octavio Paz mencionada al inicio de la nota, incluso rompe el orden predeterminado del amor, donde “besar es algo importante”, ahora se ha puesto de moda dar un beso sin que tenga significado.
Los amantes casuales, recurren al beso antes del sexo, durante las relaciones sexuales se resta importancia y su valor desaparece alcanzado el orgasmo. Inclusive caen en el abismo de compartir un momento de pasión y al terminar la relación sexual la incomodidad es tan grave que quieren desaparecer.
La epidemia de parejas casuales y de jóvenes que piensan que besar a un extraño no representa una conducta promiscua, está invadiendo los rincones del planeta. Por eso te motivamos a besar despacio, cerrar los ojos, y reinventar el beso en vez de unirte a esta moda, donde es posible besar a 3 personas diferentes en una misma noche.